¨Απταγη, μαθητοι!


DOMINGO 27 DE FEBRERO DE 2011

¨Απταγη, μαθητοι!

«Venite ad me omnes qui stomacho laboratoratis et ego restaurabo vos»

Una modestísima caupona o un pandokeion, a cargo de una stabularia que desea para sus huéspedes, buen alimento y sobre todo alegres disquisiciones.
Se inicia con un poco de miedo ¿sabremos hacerlo?¡Hay tantas maravillas sobre la tierra!
Pero Baetulo fue la responsable, ella nos sorprendió y entendimos que nuestra sorpresa podía ser transmitida a los demás.
Vale, Baetulo! A través de ti, iremos haciendo camino, como los peregrinos, de la montaña al mar, parándonos aquí o acullá para saborear durante
el trayecto nuestro buen vino y nuestro buen pan reconociendo en cada descubrimiento que "estamos en casa".

domingo, 23 de octubre de 2011

ECO Y NARCISO

http://www.slideshare.net/2031952/eco-y-narciso-9838225

El mito de Eco y Narciso un poco los precedentes de la anorexia nerviosa y del narcisismo, dos fenómenos que estamos viendo cómo se reproducen con gran velocidad. Ojalá podamos aprender del mito como es su intención.

EROS Y PSIQUE

http://www.slideshare.net/2031952/eco-y-narciso-9838225

Un pequeño resumen del dulce y triste mito de Eros y la joven Psique

Zeus y Hera

             Nuestro querido padre de los hombres y de los dioses, cuando consiguió vencer a titanes, gigantes y al gran Tifón, consideró oportuno dividir el mundo en tres partes y, cual león, se quedó la tajada más grande. Entregó a Poseidón el dominio de todas las aguas, él se quedó con la superficie terrestre y los cielos y, no están de acuerdo las fuentes, pero a Hades, le tocó el inframundo. Cada uno tuvo sus propios atributos, el rayo y el trueno, además del cetro y el águila, a Zeus, el divino, a Poseidón, el tridente, esa arma que al golpear el suelo, hacía surgir caballos, la misma que llevaban los reciarios romanos. A Hades le tocó en suerte algo sumamente discreto: el casco de la invisibilidad. Casco que le dejó prestado al gran Perseo. Bien, así tenemos un "ordine nuovo". Tres partes, tres dioses, pero uno el que más.
             Dicen los mitos que Zeus perdía la cabeza por las señoras, pero profundizando un poquito más vemos que no fue tan casquivano, sino que, simplemente, se asociaba con las diosas que habían gobernado hasta su llegada en el tranquilo y mercantil mar mediterráneo.  Tantas diosas cuantos pueblos o tribus tuvo que vencer. De los hombres no queda ninguna mención, pero sí de sus diosas. Así que lo vemos unirse de forma evidente o clandestinamente con una ingente multitud. Vayamos haciendo boca con Sémele, la dulce e ingenua Sémele, la Stímula romana. 
            Sémele fue hija de Cadmo y de Harmonía -de los que ya hablaremos en otro momento-  el caso es que Hera intentó convencer a la joven para que abandonase su relación extramatrimonial y, al no conseguirlo, pasó a mayores. Se transformó en la nodriza de Sémele para poner en duda el poder de ese amante del que tanto se vanagloriaba Sémele, y la convenció para que le pidiese una muestra de su poder -un poco de mala intención había, como quedó demostrado- . Ovidio nos cuentra la transformación de Hera en Béroe, la nodriza con su cabeza cana y sus arrugas. El caso, para no alargarnos será que Sémele le pidió esa demostración de poder y de amor con lo que quedó absolutamente carbonizada. Hermes tuvo que darse mucha prisa para arrancar al feto de su vientre y, a petición de Zeus, coserlo al muslo de éste. Se dice que por ello ese hijo lleva el nombre de DIONISOS, el nacido dos veces